Memoria y Paz

29.06.2024
Cementerio Alemán
Cementerio Alemán
El Cementerio Militar Alemán de Cuacos de Yuste es un lugar cargado de historia. Aquí descansan los cuerpos de soldados alemanes que perdieron la vida durante la segunda guerra mundial, recordándonos la tragedia y el sacrificio de aquellos tiempos oscuros. Es un testimonio eterno de la historia militar.

Descubre el Cementerio Militar Alemán de Cuacos de Yuste, un lugar de paz y memoria en la historia militar. Sumérgete en su historia, explora las tumbas militares y conoce su importancia en la Segunda Guerra Mundial. Este memorial de guerra y monumento histórico rinde homenaje a los soldados alemanes caídos.  

En la localidad Cacereña de Cuacos de Yuste, a 125 kilómetros de Cáceres (coordenadas UTM 266657,4444115) y en la misma carretera que conduce al Monasterio de Yuste, nos encontramos con un cementerio en el que reposan los cuerpos de 180 soldados alemanes que participaron en la Primera Guerra Mundial (26 soldados) y en la Segunda Guerra Mundial (154 soldados). Todos ellos estaban enterrados a lo largo de la geografía española, y finalmente, entre los años 1980 y 1983, una organización alemana que se encarga del mantenimiento de los cementerios y tumbas de soldados alemanes fallecidos (Volksbund Deutsche Kriegsgräberfürsorge o Organización Alemana para la Conservación de Cementerios de los Caídos de Guerra) fue reuniendo los cuerpos que estaban repartidos por varios camposantos españoles y los trasladó a Cuacos de Yuste, donde sufragó la construcción de este cementerio que fue inaugurado el día 1 de junio de 1983. Gabriela Poppelreuter, una alemana afincada en Mallorca, es la persona designada por la VDK en 1979 para recorrer la península e ir identificando las tumbas existentes en diferentes cementerios. Recorre más de 15.000 kilómetros y es gracias a su labor de investigación que se pueden reunir todos los restos en Cuacos de Yuste. 

Una placa en la entrada del recinto explica su origen, señalando que los soldados "pertenecieron a tripulaciones de aviones, submarinos y otros navíos de la Armada hundidos. Algunos de ellos murieron en hospitales". Ninguno de los enterrados en Cáceres perteneció a la Legión Cóndor que luchó en la Guerra Civil española. "Sus tumbas estaban repartidas por toda España, allí donde el mar los arrojó a tierra, donde cayeron sus aviones o donde murieron". 

La Comisión adquirió en 1975 un terreno en el que finalmente se establecería el cementerio militar alemán, concretamente en el municipio de Cuacos de Yuste. El motivo de su ubicación hay que buscarlo en el monasterio donde el emperador Carlos de Austria o Habsburgo, conocido como Carlos I de España y V de Alemania, pasó sus últimos meses: en 1556 el emperador Carlos abdicó, dejando sus reinos en manos de su hermano y su hijo, e instalándose en la comarca de La Vera a fin de encontrar mejoría para la molesta enfermedad que le aquejaba, la gota. Mientras se hospedaba en el castillo de Oropesa por cortesía de Fernando Álvarez de Toledo y Figueroa, mandó construir junto al monasterio de Yuste una casa-palacio, donde se hospedó desde febrero de 1557. Poco más de un año después fallecería, el 21 de septiembre de 1558. Ese es el motivo principal que explica por qué dicho cementerio se encuentra allí. Aunque en 1573 Felipe II trasladó los restos de Carlos V de Cuacos de Yuste al Panteón de Reyes del monasterio de El Escorial, siempre fue el deseo del emperador Carlos que sus restos descansasen donde falleció. Resulta imposible imaginar el deseo último de los soldados alemanes que fueron trasladados a unas decenas de metros del monasterio, pero seguramente ninguno imaginó que pudiese ser aquel.

El cementerio se construyó en 1983 en un gran terreno de 7.000 metros, con flores, olivos, robles e higueras donde reposan 26 soldados de la primera guerra y 154 de la segunda. La mayoría pertenecen al ejército del aire y a la Marina de Guerra Un embajador de Alemania en España inauguró el camposanto expresando el horror de la contienda, el inmenso dolor sufrido y recordando en su visita que las lecciones del pasado no deben olvidarse.

Otros muchos pueblos de Extremadura son verdaderas preciosidades rurales que pueden visitarse al llegar a este lugar de reposo: Jarandilla de la Vera, está muy cerca, tiene una preciosa campiña. Extraordinario es el Castillo de los Condes de Oropesa donde residió Carlos V mientras finalizaban las obras del Monasterio de Yuste. Es maravilla también: Jaraíz de la Vera lugar muy conocido porque en él se cultiva el extraordinario pimentón, famoso en todo el mundo y Garganta la Olla pequeño y hermoso municipio en la zona llamada la Suiza Extremeña.

Este lugar en el que se encuentran los restos de tantos soldados, debe hacernos reflexionar y recordar que el Tratado de Roma y otros Tratados de la Unión Europea han conseguido la paz de los últimos cincuenta años en toda Europa y que sirva de ejemplo para no olvidar y para reconsiderar la consecuencias de una contienda que tanto sufrimiento ha producido.

Cada año, el segundo domingo de noviembre, la Comisión de Cementerios de Guerra Alemanes organiza el Día de Luto Nacional (Volkstrauertag), en el cual se recuerda a todos estos soldados fallecidos dentro y fuera de sus fronteras, así como a los que en la actualidad se encuentran en misiones de paz o humanitarias.

En las últimas líneas de la placa conmemorativa del Cementerio Alemán de Cuacos de Yuste puede leerse: "Recordad a los muertos con profundo respeto y humildad". Paradójicas palabras que siempre resultan certeras. Gran parte son muchachos que solo contaban con 18 o 20 años.